Duchamp, la caca, y Natalia Verbeke

Solamente he podido reírme cuando he visto alguno de los comentarios en Youtube sobre el anuncio de Verbeke y su enésimo producto de fibras. El comentario en cuestión decía «¿pero qué mierda es esta?»

España de los años treinta, vestido vintage, la estética enormemente cuidada, su peinado preciosista que evoca a la belle epoque y de repente ella dice: «he vuelto y pienso volver todos los días» y se lo dice al lavabo. Porque ahora se ve que come fibra la chica.

También le dijeron a Duchamp que su orinal era una mierda cuando lo convirtió en arte. De hecho cuando lo vi en el MOMA de San Francisco me quedé aterrado. Es como el cuento aquél del traje del emperador hecho de un hilo tan bello que es casi transparente hasta que un niño salta y le dice «pero si el Emperador va desnudo».

Esto es un poco así, no sé si el anuncio es maravilloso, si el orinal es arte, o si hay alguna otra forma de decir a las mujeres que pueden ir al baño sin ponerse rojas. No lo sé.