Otro día en la oficina

Otro día en la oficina.

Y sí, como dijo Piqué, es como otro día en la oficina o como la desidía plástica gratuita del escribiente de Melville. El que decía: preferiría no hacerlo.
Todos vestidos de gris como los malos de Momo, en un día oscuro, lluvioso, de los que solo tienes que hacer un montón de papeleo, de los típicos jueves que sabes que no va a pasar nada, de aquellos que en tres días y en tres años, no te acordarás. Seguro.
El café de la máquina sabe igual, el Fernández y la López explican las chorradas habituales de los jueves, hay una bronca del jefe a lo lejos del pasillo, conectan con Suiza porque es el sorteo de la champions. Otra champions aburrida hasta febrero, aunque a veces como el año pasado ni hasta junio es lo que era. Otra champions con c minúscula.
Un día como cualquier otro en la oficina en el que conectas la radio al final de la jornada o te conectas al AS.com para seguir otro sorteo de la champions con equipos con nombres todavía más raros incluso, de países que no sabes situar en Europa. 
Alguien te dice, «Sí hombre ese país está por allá, al lado de Crimea» y te preguntas dónde narices estará Crimea. 
El día sigue lluvioso, lees en diagonal, mientras esperas «a que saquen las bolas» que hay muchos fichajes todavía en marcha y que esto no se acaba hasta que el árbitro pita y escuchas que a Roberto Carlos no le ha gustado una bola y la ha metido en el bombo otra vez y crees oir carcajadas en la oficina y uno susurra en el cubículo de al lado «menos mal que no ha beneficiado al Madrid que si no…uff».
Y mientras te levantas porque has quedado con Eric para tomarte unas cañas antes de ir a casa a ver Stranger Things, que crees que será lo mejor del día porque Winona Rider lo hace muy bien, ves el resultado de los grupos, confirmas que al Madrid le han tocado equipos como Heladerías Martínez o Droguerías Casa Pepa, cierras la radio, cierras el AS y te vas abajo, con esa sonrisa maliciosa, clamando al cielo y recordando a Piqué: «otro día en la oficina». 
Otro día confirmando que lo que otrora fuera la mejor competición del mundo, LA CHAMPIONS, ahora es una broma de lo que era, y premian a jugadores por jugar siete partidos contra la Roma, el Wolfsburgo y el City. Aburrido, penoso y tedioso pero es lo único que tenemos y «aunque prefiría no hacerlo» es lo único que hay, por ahora.
Y si eso, no me espero para el calendario, ya me enteraré mañana, me voy con Eric que me espera porque hoy ha sido, otro día en la oficina.
Artículo escrito para el Diario AS.